Creada por David E. Kelley
Basada en el libro de Liane Moriarty
Muy pocas series actuales han logrado tratar el universo femenino de manera tan real como Big Little lies. No sólo por acertar en diferentes aspectos como el rol de la mujer en la familia, su relación con la maternidad y el ámbito laboral, sino también por no caer en clichés del machismo y la mujer empoderada que han sido utilizados hasta el cansancio en los últimos años. Los retratos de cada mujer presentados en la serie son genuinos y muy humanos, y esto hace más fácil una empatía o, en todo caso, una identificación.
La historia se sitúa en un pueblo de California y comienza con una escena del crimen que tuvo lugar en una fiesta a beneficio. Alguien ha muerto, pero antes de que se le revele al espectador de quién se trata, la acción vuelve unos meses atrás en el tiempo, puntualmente al inicio de clases del jardín de infantes. Desde ese momento la serie va siguiendo las vidas de algunas madres de los niños que van a ese jardín, cada una completamente distinta a la otra. Jane (Shailene Woodley) es una joven madre soltera que acaba de mudarse al pueblo y parece estar escapando de un pasado tormentoso. Enseguida entablará relación con Madeline (Resse Witherspoon) y Celeste (Nicole Kidman). Laura Dern y Zoë Kravitz completan este elenco excelente, y cada una intentara lidiar, a su manera, con distintos conflictos relacionados con su rol como madres, esposas, profesionales y mujeres, y cada una intentará esconder pequeñas mentiras que terminarán por convertirse en algo mucho más grande.
Esta gran historia de tema sociológico que se entrecruza con la misteriosa investigación policial, se complementa con las poderosas actuaciones de las protagonistas. Las que más destaco son Laura Dern, desquiciadamente graciosa y explosiva, y a Shailene Woodley, que compone a la atormentada Jane con gran humanidad y sensibilidad. También quiero hacer una moción especial para los pequeños actores que interpretan a sus hijos, todos entrañables y poderosos en sus actuaciones.
Si bien en la segunda temporada la historia perdió en gran medida su calidad, la vuelven a salvar sus protagonistas y la genial incorporación de Meryl Streep. Pero en general, Big Little Lies sigue siendo una de las mejores y más logradas series de los últimos años, digna para maratonear y para seguir reflexionando sobre el papel de la mujer en la sociedad.
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