Anoche fui a ver la primera película de Bradley Cooper como director. Tercer remake del largometraje de 1937 con el mismo nombre, protagonizada por Cooper y por Lady Gaga. Está causando furor en el mundo, tanto para la crítica como para el público. En mayor parte por la dupla protagonista, pero también por una exquisita banda sonora y por una historia que, aunque ha llegado a ser un clásico en Hollywood, logró renovarse con éxito.
Jack (Bradley) es un famoso cantante de rock/country que está en la cima de su carrera y (no es un planteo nuevo) es un adicto a las drogas y el alcohol. Una noche después de un concierto, se mete en un bar donde se está dando un espectáculo de cantantes amateurs. Allí conoce a Ally (Gaga), una chica con una potente voz y un gran manejo de la escena. Por supuesto, el se enamora perdidamente y la convence de que puede llegar lejos con su talento. Así empieza esta historia de amor y de dolor, marcado por las adicciones de él y las inseguridades de ella. Lo que más destaco de esta relación es que ambos se mantienen fieles a si mismo y a lo que sentían por el otro. Todo en ellos enamora. La forma en que Jack la mira, la admiración de ella a él, los momentos difíciles, los momentos mágicos en los que cantan juntos y la desgarradora escena del final.
Bradley Cooper hace un gran debut como director y promete tener una gran carrera por delante. Puede ser, con toda seguridad, el próximo Clint Eastwood. Además, otra vez demostró ser uno de los mejores actores de su generación. Su carrera creció desde papeles secundarios en comedias pochocleras hasta protagónicos en películas trascendentes. Esta es una de mis actuaciones favoritas de él, que está a la altura de Silver Linings Playbook o American snipper. Es un personaje conmovedor y extremadamente tierno que emana carisma.
Ahora hablemos de ELLA, la única e inigualable. Lady Gaga, también debutando pero en este caso como actriz en la pantalla grande, se destaca en una interpretación genuina y desestabilizante. No es una sorpresa porque ya ha demostrado que hace todo bien, pero aquí se nos planta y nos hace creer que ha actuado desde siempre. Su magnetismo en la pantalla hace que solo la quieras mirar a ella. Para aplaudir de pie.
Fui a ver esta película sin haber visto las adaptaciones anteriores y está bien. El director pone su toque personal a la película y eso la hace distinta, aunque no deja de ser fiel a la historia original. Sin embargo, tengo que decir que por momentos no era muy creíble la forma en la que se desenvolvían las cosas. Tal vez demasiado "hollywoodense" por momentos, y la historia se diluye en ciertas partes. Pero eso no quita mérito a esta gran obra maestra.
Mi opinión: muy buena
Muero por verla!!!! Quiero ver esa escena final!